Control de Plagas: Plagas de Invierno

Que bajen las temperaturas no significa que haya que bajar la guardia con las plagas que pueden llegar a instalarse en el hogar. Si bien es cierto que las hormigas y mosquitos tienden a desaparecer durante los meses fríos, otras buscan refugio en un entorno cálido, donde encuentran alimento sin necesidad de salir y exponerse al frío. Las arañas, roedores, las termitas, las chinches y las pulgas son algunas de las plagas más comunes del invierno. Es un tremendo error, además de muy frecuente, pensar que en invierno las plagas desaparecen. Si es cierto que puede ocurrir con algunas especies, otras son en esta temporada cuando se instalan en los hogares con más virulencia, se procrean y expanden sin riesgos. El motivo es simple; huyen de las bajas temperaturas que encuentran en el exterior y se instalan en un lugar donde encuentran comida, temperaturas cálidas y refugio sin necesidad de salir arriesgar visibilizando su presencia.

Las plagas comunes de la época de invierno

Hay algunas plagas que tienden a desaparecer en invierno, como los mosquitos. Este fenómeno se debe a que estos animales, con la llegada de las bajas temperaturas, entran en un estado que se conoce como diapausa invernal. Durante todo este tiempo, su ciclo reproductivo queda en pausa hasta la llegada de la primavera y la subida de las temperaturas.

En cambio, aquellos animales que no entran en este estado, en lugar de desaparecer de la vista en los hogares, comienzan a buscar refugio contra la climatología adversa. Es este tipo de seres vivos los que se van a ver a continuación, pues son los que se convierten en un problema durante la época invernal.

Los Arácnidos

Dentro de la familia de los arácnidos, no solo se encuentran una gran variedad de arañas distintas, sino que también pertenecen otros animales como los escorpiones, los vinagrillos y las garrapatas.

Este grupo de invertebrados es de los que se mantienen activo durante todo el año, por lo que pertenecen a los que buscan refugio cuando la temperatura baja.  

El peligro de contar con la presencia de arácnidos en casa es que entre ellos se encuentran varias especies venenosas, incluso potencialmente mortales. Además de eso, sus picaduras, incluso las de las especies más inofensivas, son muy molestas, especialmente para los niños, sin contar con que muchos humanos son alérgicos y pueden sufrir complicaciones respiratorias o cutáneas.

Los roedores

Las ratas y roedores viven habitualmente en las zonas exteriores, y esa es la razón por la que, al bajar las temperaturas, buscan escondites en casa donde refugiarse. Los propietarios e inquilinos de los inmuebles deben estar atentos a la presencia de estos animales, ya que son transmisores de numerosas enfermedades. Ante su detección, no se debe dudar y localizar a una empresa de control de plagas inmediatamente, como la mencionada en este artículo.

Las termitas

Se trata, en este caso, de pequeños insectos que no representan una verdadera amenaza para las personas, pero sí para los hogares, ya que carcomen y desgastan cualquier objeto o estructura de madera. El invierno es el momento perfecto para buscar refugio e instalarse en un nuevo hogar para pasar el frío.  

Las chinches y las pulgas

Las chinches y las pulgas son pequeños insectos altamente invasivos que se alimentan de sangre. Son una plaga muy común en invierno, se reproducen durante todo el año, sobre todo cuando al fin encuentren las condiciones óptimas para vivir, como ocurre en la calidez de cualquier hogar. Son muy molestas y pueden transmitir enfermedades.