El Real Decreto 487/2022, que regula la prevención y control de la legionelosis, establece que los titulares de las instalaciones son los responsables de garantizar el cumplimiento de las medidas de prevención y control de la Legionella. Esto incluye la realización de tratamientos de Legionella en sus instalaciones.
¿Qué significa esto?
En términos prácticos, esto significa que si eres el propietario o responsable de un negocio o instalación que pueda ser susceptible a la proliferación de Legionella (como hoteles, hospitales, gimnasios, etc.), tienes la obligación de implementar un plan de prevención y control que incluya, entre otras cosas, la realización de tratamientos para eliminar o prevenir la aparición de esta bacteria.
¿Puedes hacer los tratamientos tú mismo?
Si bien la normativa no prohíbe explícitamente que los titulares de las instalaciones realicen los tratamientos de Legionella por sí mismos, es importante tener en cuenta varios factores:
- Capacitación legal: debes tener la formación de personal en control de Legionella según RD 487/2022
- Complejidad de los tratamientos: Los tratamientos de Legionella pueden ser complejos y requerir conocimientos técnicos específicos sobre los diferentes métodos de desinfección, los productos químicos a utilizar y los protocolos de seguridad a seguir.
- Riesgos para la salud: La manipulación incorrecta de productos químicos o la aplicación inadecuada de tratamientos puede generar riesgos para la salud de las personas y el medio ambiente.
- Responsabilidad legal: En caso de un brote de legionelosis, la responsabilidad recae en el titular de la instalación, quien deberá demostrar que ha cumplido con todas las medidas de prevención y control establecidas en la normativa.
Recomendación
En general, se recomienda que los tratamientos de Legionella sean realizados por empresas especializadas y debidamente acreditadas, que cuenten con personal cualificado y experiencia en este tipo de trabajos. Estas empresas pueden ofrecerte un servicio integral que incluya:
- Diagnóstico de la situación: Evaluación de las instalaciones y los riesgos potenciales de proliferación de Legionella.
- Diseño del plan de prevención y control: Elaboración de un plan personalizado que incluya las medidas preventivas y correctivas necesarias.
- Realización de los tratamientos: Aplicación de los métodos de desinfección adecuados, utilizando productos químicos seguros y eficaces.
- Análisis de agua: Toma de muestras y análisis para verificar la eficacia de los tratamientos y el cumplimiento de la normativa.
- Documentación y seguimiento: Mantenimiento de registros detallados de los tratamientos realizados y los resultados de los análisis.