Covid 19: Sanidad explica cómo ventilar espacios cerrados y evitar contagios

Ventilar, medir y certificar. Estos son los tres pasos que la Comunidad de Madrid ha considerado esenciales para reducir el riesgo de transmisión por aerosoles de la Covid-19 en locales cerrados y de uso público.

La comunidad autónoma liderada por Isabel Díaz Ayuso ha puesto en el foco la falta de ventilación como una de las principales razones de la alta tasa de contagios. “Vamos a hablar con la hostelería y el turismo y luego con todas las instalaciones públicas para que, a partir de los próximos días, que llega el frío, ventilemos porque es lo más importante ahora mismo.Todo nos indica que es ahí dónde están todos los problemas en estos momentos”, ha declarado Ayuso durante una rueda de prensa en el Gregorio Marañón. 

Para impulsar la correcta ventilación, la región madrileña ha elaborado un documento donde recoge las recomendaciones para los edificios de uso público. En total son 16 pautas aglutinadas bajo tres directrices principales: ventilar, medir y certificar.

La ventilación junto con el número de personas por metro cuadrado son los dos factores que determinan la calidad de aire interior. «Una sola persona podría contagiar a todas con las que comparte espacio y aire en un tiempo que depende mucho de las dimensiones del local y de la ventilación. Es por eso por lo que en los locales interiores resulta vital tener bien diseñados el sistema de ventilación y climatización como complemento a la ventilación natural”, reza el texto.

También recomiendan mantener las ventanas abiertas regularmente (incluso en edificios ventilados mecánicamente) y abrirlas al menos 15 minutos al entrar a una habitación, especialmente si la han utilizado otras personas.

Aquí tienes el acceso a la guía completa 

Aseos ventilados

Respectos a los aseos, la recomendación pasa por evitar abrir las ventanas para mantener la dirección correcta de ventilación y mantener el sistema de ventilación en funcionamiento 24h/7 días de la semana. En caso de abrir las ventanas es vital abrir también el resto para lograr flujos cruzados.

A la hora de usar el inodoro, la Comunidad recomienda que se tire de la cadena con la tapa cerrada para “reducir al mínimo la liberación de gotitas y residuos de gotitas de los flujos de aire”.

Modelo de diseminación de aerosoles cuando una persona (la mujer) habla en la zona de respiración de otra (hombre). Las partículas gruesas exhaladas se marcan en morado. Como se observa en la figura, cuando los sistemas de ventilación están en funcionamiento la cantidad de partículas virales flotantes disminuye.

La recirculación del aire

Habitualmente los sistemas suelen recircular el aire de una habitación a otra, sin embargo, esto debe ser erradicado ya que supondría una transmisión de aerosoles por todo el edificio en caso de que haya un contagiado. “Se recomienda evitar la recirculación del aire y cerrar las compuertas de recirculación mediante el Sistema de Gestión de Edificios o manualmente”, reza el texto.

Una forma de medir la renovación del aire en un volumen dado por unidad de tiempo son las renovaciones (de aire) por hora o cambios de aire por hora (abreviado ACH por sus siglas del inglés Air Changes per Hour), que se expresa en m3/h, o en porcentaje de volumen renovado por hora.

Si un espacio tiene 1 ACH (una renovación de aire por hora) significa que en una hora entra en la sala un volumen de aire exterior igual al volumen de la sala, y, debido a la mezcla continua del aire, esto resulta que el 63% del aire interior ha sido reemplazado por aire exterior. Con 2 renovaciones se reemplaza el 86% y con 3 renovaciones el 95%.

En caso de no poder evitar la recirculación habría que poner filtros HEPA para que ese aire salga al habitáculo libre de virus. Además, recomiendan ajustar la configuración del ventilador o acondicionador para que funcione en modo fan continuamente y advierten que no es necesario cambiar los ajustes de temperatura y humidificación habituales ni modificar los filtros de aire exterior de los sistemas de ventilación actuales.

Puntos de actuación para mejorar la ventilación de un edifico y reducir la transmisión de SARS-CoV-2.

Medición constante para actuar con rapidez 

Controlar los niveles de CO2 es otra de las claves para garantizar el estado de  una correcta ventilación. En el aire exterior, las concentraciones de CO2 son de aproximadamente 420 ppm, mientras que en interiores o en espacios ocupados las concentraciones se elevan considerablemente debido al CO2 exhalado por los ocupantes.

“Dichas concentraciones se pueden utilizar para calcular la renovación de aire en un espacio y condiciones dadas”, reza el texto, donde se asegura que si la concentración en una habitación sobrepasa las 1000 ppm indicaría una mala ventilación y habría que ventilar de inmediato y al máximo posible.  “Los valores aceptables serían entre 500 y 700 ppm”, se explica. Si se llega a 800 ppm hay que empezar a ventilar.

Por ello, usar equipos medidores de CO2 es un recurso eficaz como medida indirecta de la ventilación de un edificio, ya que permite establecer las medidas pertinentes en función de su concentración. La idea de la Comunidad pasa por que se instalen medidores de CO2 conectados a la red wifi del edificio para que haya un control permanente que permita la adopción rápida de medidas.

Certificado oficial

Una vez complimentadas las medidas, según las recomendaciones de la Federation of European Heating, Ventilation and Air Conditioning Association en lo que se refiere a la adecuación de la climatización para conseguir un entorno de baja probabilidad de transmisión del virus, se recomienda una valoración externa y técnica realizadas por expertos en calidad del aire y climatización.

De esta manera, solo podrán abrir al público en tiempo de pandemia aquellos edificios que consigan la certificación oficial que garantice que se cumplen con las recomendaciones establecidas por dicha federación.